En Navidad solemos adornar nuestros domicilios con los tipicos Árboles de Navidad y colocar los entrañables belenes con mayor o menor complejidad que adornamos con luces y otros elementos que necesitan de instalación eléctrica.

 

Como son instalaciones temporales, muchas veces descuidamos algunas medidas de prevención elementales que provocan una especial situación de riesgo de incendio y utilizamos materiales viejos o de desecho (para los belenes) y eléctricos sin las debidas medidas de seguridad, dado que "va a ser para poco tiempo".

 

Normalmente los materiales con los que están construidos este tipo de adorno suelen ser materiales combustibles e, incluso, en ocasiones inflamables, por lo que son potencialmente un mayor peligro que se añade a los que normalmente tenemos en nuestro hogar.

 

Incluso los árboles naturales, cuando pasan un tiempo dentro de casa, están sometidos a unas condiciones especiales que hacen que se desequen con mayor rapidez a lo largo de los días en que están dentro de nuestra casa, en ambientes calientes y más parecidos a los de épocas del año templadas o calientes, por lo que pueden arder con mayor facilidad que lo que pensamos, especialmente en los últimos días de Navidad, cuando ya han pasado varios días dentro de nuestro domicilio.

 

Recomandamos que seamos muy cuidadosos a la hora de realizar estas instalaciones, con materiales fiables y homologados, buenas conexiones eléctricas, sin sobrecargar los enchufes y dejándolos deconectados por la noche o cuando no estemos en casa.